Sentirse aturdido, como si tu mente estuviera en pausa, con dificultades para concentrarte o recordar cosas simples. Esa sensación que muchos describen como "niebla mental" se ha convertido en un síntoma cada vez más frecuente en nuestras vidas modernas. Aunque no es una enfermedad en sí, sí puede ser una señal de que algo no está del todo bien.
Ejercicio físico y nutrición para eliminar la niebla mental

La niebla mental puede aparecer por múltiples motivos: estrés, falta de sueño, ansiedad, cambios hormonales, e incluso por un estilo de vida poco saludable. En los últimos años, la ciencia ha empezado a conectar este estado mental con lo que comemos y con cuánto nos movemos. La buena noticia es que hacer algunos ajustes puede marcar una gran diferencia.
En primer lugar, el ejercicio físico regular es una de las herramientas más efectivas para despejar la mente. Estudios recientes han demostrado que moverse activa regiones cerebrales relacionadas con la memoria, la atención y el control emocional. Incluso un paseo diario puede mejorar el flujo sanguíneo al cerebro y ayudar a pensar con más claridad.
Además, el ejercicio estimula la liberación de sustancias como las endorfinas o la dopamina, que mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés. Esto puede romper el círculo vicioso en el que el cansancio mental lleva a la inactividad, y esta a su vez empeora la niebla mental. Un entrenamiento breve pero constante puede ser más útil que una sesión intensa esporádica.
En cuanto a la alimentación, el cerebro necesita combustible de calidad para funcionar bien. Abusar del azúcar o de productos ultraprocesados puede causar picos y caídas bruscas en los niveles de energía, algo que afecta directamente a la claridad mental. Un desayuno rico en proteína y fibra, por ejemplo, puede mejorar la concentración durante toda la mañana.
Los ácidos grasos omega-3, presentes en alimentos como el salmón, las nueces o las semillas de chía, han demostrado ser esenciales para mantener una buena salud cerebral. También se ha visto que las dietas ricas en frutas y verduras, por su contenido en antioxidantes, ayudan a proteger las células del cerebro frente al envejecimiento y la inflamación.
Otro factor importante es la hidratación. Aunque suene básico, muchas personas experimentan fatiga mental por no beber suficiente agua a lo largo del día. El cerebro está compuesto en gran parte por agua, y una deshidratación leve puede reducir la capacidad de concentración y memoria.
El café puede ser un aliado en dosis moderadas, pero abusar de él puede provocar el efecto contrario. Lo ideal es evitar consumirlo en exceso o a última hora del día, ya que puede alterar el sueño, y dormir mal es uno de los principales detonantes de la niebla mental.
Por otra parte, el intestino y el cerebro están mucho más conectados de lo que pensamos. Lo que comemos influye en la microbiota intestinal, y esta a su vez puede afectar a nuestro estado mental. Alimentos fermentados como el yogur natural, el kéfir o el chucrut pueden mejorar la salud digestiva y, en consecuencia, la claridad mental.
No hay una solución mágica, pero sí muchos pequeños cambios que, en conjunto, pueden dar resultados visibles. Caminar cada día, cuidar lo que comemos, beber más agua o simplemente dormir mejor pueden reducir notablemente esa sensación de niebla constante que tanta gente sufre sin saber por qué.
Referencias
Contreras-Osorio F, Ramirez-Campillo R, Cerda-Vega E, Campos-Jara R, Martínez-Salazar C, Reigal RE, Hernández-Mendo A, Carneiro L, Campos-Jara C. Effects of Physical Exercise on Executive Function in Adults with Depression: A Systematic Review and Meta-Analysis. Int J Environ Res Public Health. 2022 Nov 18;19(22):15270. doi: 10.3390/ijerph192215270. PMID: 36429985; PMCID: PMC9690406.
En Vitónica | Menos ansiedad y más felicidad: así es la sencilla técnica que consiste en tocar diferentes partes del cuerpo con los dedos
Ver 0 comentarios